jueves, 24 de febrero de 2011

El valor de las palabras

¿Cuál es el valor de las palabras? 
¿Cómo se mide la importancia de las cosas...si depende de nosotros mismos?

A veces la misma "cosa/cuestión" nos importa, poco, bastante, muchísimo, y a los 5 minutos ya carece de valor. Así no hay quién se aclare. Somos inestables e impulsivos... alterables 100%


¿Cómo puedo saber si algo es importante realmente? Hay situaciones en que mis tesoros para los demás son cosas insignificantes... y aunque podría decirse que "viceversa"... el respeto que yo tengo hacia los demás y sus cosas no me lo permite. Quizás no comparta tus preocupaciones, o valores, pero si las respeto porque son importantes para ti. 


¿Será por eso que espero que los demás me respeten a mi, a mis peculiaridades y a mis circunstancias? No lo sé... creo que esta sociedad aséptica ya no cree más que lo que le importa a uno mismo... y entonces mi Madre va a tener razón una vez más. Sufro demasiado por los demás. 


Pero... yo si se el valor de mis palabras. Yo si se lo que significan y el contrato que implica para conmigo y hacia ti haberte dado... MI PALABRA.


Cuidaré de ti como si fuera de mi misma. Tus preocupaciones serán importantes como para no descuidarlas. Estaré ahí cuando me necesites. Intentaré no fallarte y aprender de los demás para crecer como persona y compartir cada momento contigo. Estaré con los ojos abiertos. No te dejaré de lado cuando tengas miedo o dudas. Me esforzaré para que nunca te sientas sol@. Te lo prometo.


Buscar el respeto hacia los demás implica también que el contrato sea bilateral. Eso implica no despreciar a los demás, ni olvidarte de las personas que están cerca de ti, apoyándote, ayudándote, escuchándote, acompañándote, compartiendo tus vivencias... Todo el Mundo necesita saber que no está sólo. Ojalá se perdiera el miedo a demostrar el amor, el cariño, la amistad. Promete cuidar a quien te cuida... a veces es necesario dar... TU PALABRA.


1 comentario:

  1. como siempre es un placer leer "tus palabras", tienes toda la razón.
    un beso muy grande
    Susi

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