domingo, 10 de enero de 2016

Un poco de mi paraíso en casa

Tú + Nosotras+ Hugo+ Cala encendida = Amorin del bueno

   Que Cádiz es mi sitio favorito del Mundo no es un secreto para nadie que me conozca... en casa siempre he tenido alguna cosilla que me la recuerda. Y de mis adorados veranos y sobretodo escapadas fuera de temporada no puedo evitar traerme esa concha que me acerca la última ola en la playa, o un poquito de arena de mi adorada Bolonia, o mi Cala Encendida... donde siempre que voy se me para el tiempo y soy tan feliz. 

   Hacía tiempo que había visto en internet un DIY que pensé... esto debería de haberlo hecho hace mucho tiempo, pero por una cosa o por otra, al final.. lo acabas dejando para más adelante. En el inmenso mundo de internet podréis encontrar multiples ejemplos a gusto de todos los consumidores. Yo aunque no es el que más me gustó y me inspiró, os dejo unos cuantos:



Visto aquí


Visto aquí

Visto aquí
   Para este sencillo DIY sólo necesitáis, un bote de cristal o botella que os guste, arena de la playa, conchas ( u objetos que queráis meter en el bote) y vuestra foto favorita.


¿Qué he usado?

Botella (Ikea), Arena (Bolonia - Cádiz), Conchas (Costa de Conil-Vejer), Foto (Cala encendida, Cádiz).

   En mi caso iba a hacerlo con un bote hermético, tipo galletas (que tienen la "boca" muy ancha" y así poder pegar la foto y meter bien las conchas y la arena, pero luego cambié de opinión, ya que la base del bote también era muy ancha y no me cabía en el lugar definitivo que voy a darle, por lo que tuve que buscar otro recipiente. En mi búsqueda apareció una botella de cristal de Ikea, que podréis encontrar en la sección de cocina, que es estupenda, tiene la boca bastante ancha y permite meter los objetos y la foto y luego queda todo más recogidito. Y en mi opinión la foto al estar más "enroscada" da sensación de movimiento y de 180º. 

   Lo primero que hice fue asegurarme de que la botella estaba completamente limpia ya que una vez que la tengas montada, no podrás moverla en exceso pues lo que tienes en el interior se mueve y podría deshacerse el "collage". No tendría mayor secreto que sacarlo todo otra vez y volver a colocarlo a tu gusto.. pero si os pasa como a mi.. como la primera vez no me queda nunca más.

   Después, empecé a ponerle la arena. No usé toda la que tenía, ni la eché toda de golpe, puse aproximadamente el 80%.

Rellenando poco a poco... 
   En mi defensa he de decir que hace años que no cojo arena de las playas. Tengo la suerte de visitar Cádiz con frecuencia y he de decir que en verano no hay ni conchas en la playa. Cuatro contadas y tienes suerte de encontrártelas cuando baja la marea. Allá donde vamos arrasamos con todo lo que mamá naturaleza nos da, es una pena...

   Intenté colocar alguna concha en el fondo de la botella o en los bordes para que se fuera viendo, pero imposible, la arena es demasiado fina y se cuela por todas partes. Después de poner la arena, meti enroscada la foto  y la puse todo en el borde que pude presionando un poco para que se sujetara con la arena. Después volví a ponerle ese poco de arena que había dejado reservado (20% aprox.).  Una vez hecho, empecé a meter conchas del tamaño que me gustaba tratando de colocarlas, al ser una botella tenía poco margen de maniobra, por lo que me ayudé con unas pinzas de cocinar ;) ... y poco a poco fue quedando como quería. Metí también una piedra que encontré en forma de corazón... 


   El resultado aunque creo que podría mejorarlo, no puede gustarme más. La pondré en una estantería que hay del Ikea para colocar marcos de fotos, pues es el ancho justo, tiene un poco de borde que evitará que se caiga y quedará preciosa en nuestra habitación junto con más recuerdos de nuestros viajes y momentos más especiales. Un trocito de mi pequeño paraíso en casa y con parte de las personas que más quiero. Si cierro los ojos casi puedo escuchar el sonido de las olas o la risa de Hugo en su primer día de playa. 

   Esta foto además es un momento muy especial porque aunque sobraban las palabras en ese momento, yo sé que las tres estábamos pensando en ti. A tu manera, y la que nos queda desde que no estás, estabas con nosotras. Sonriendo desde el otro lado del rayo verde, esperando a hacernos un guiño para saber que siempre vas a estar aquí. Fue una puesta de sol preciosa, tan bonita como tú.